La historia de
Richard Twistows
Había una vez, un niño llamado Richard Twistows. Á la edad de dos años, ya era huérfano, debido a que su madre había muerto en su parto y su padre lo había abandonado. Richard
fue, entonces, llevado a un orfanato, donde no
lo trataban bien y le daban una escasa cantidad de comida.
Un día, decidió que ya no podía más: estaba cansado, así que decidió idear
un plan para poder escapar de ese sufrimiento. Sus compañeros de cuarto no sabían
qué
hacía, pero algo estaba planeando ,por lo
que, uno de sus amigos se le acercó a hablar, su nombre era Alfred.
-Está
bien, pero no se lo puedes decir a nadie-
-Okey, pero....-
-Sin peros ........ó no te cuento
nada-
Richard se tomó unos segundos y continuó:
-Tengo un plan de escape, algún día
de estos, voy a fugarme de este lugar, y nunca más volveré. Estoy harto.
¿Y puedo fugarme contigo?-
preguntó Alfred entusiasmado.
"Muy bien, pero debes mantener el
secreto...
Unas
semanas más tarde, por la madrugada, todos dormían excepto Alfred y Richard. Estaban
a punto de completar el plan, cuando, como
siempre, Alfred quiso un poco de comida.
Entonces, fueron al
almacén en busca de galletitas y, cuando salieron, se encontraron con la señorita Trochatore, sentada a un lado de la
puerta. No podrían salir los dos: alguien debía ser sacrificado, por lo que Richard empujo a
Alfred, y este fue atrapado por la señorita
Trochatore.
Ella lo agarró de una oreja y lo llevó al dormitorio, mientras gritaba "traidor" cada vez más fuerte.
Luego de un rato, Richard al fin podría salir.Abrió
la puerta nuevamente, pero, en medio de su felicidad y por una distracción, no notó que el profesor Dufelmin estaba justo detrás de él.
Dufelmin le preguntó con una voz intimidante: "¿A dónde crees que vas, Richard? En un movimiento repentino, el chico pegó un salto y escapó ... Corrió lo más rápido que
pudo, pero el profesor no se daba por
vencido. Lo persiguió como un guepardo a su presa, pero a pesar de que corrió rápido, no logró atraparlo.
Richard corrió a toda velocidad sin detenerse, por el miedo que tenía de que lo atraparan y llevaran al orfanato nuevamente.
Cuando logró alejarse, finalmente detuvo la marcha.Estaba muy
agitado, nervioso y confundido, se le mezclaban sentimientos de felicidad y
tristeza al mismo tiempo, y. No pudo
contenerse y se largó a llorar.
En ese momento, un
hombre que pasaba a su lado le dijo:
¿Por qué lloras, niño ...¿Qué
te ha pasado ?... ¿De dónde vienes ?...¿Estás perdido ?
Cuéntame , no muerdo ....
¡Esta bien ! me escapé del
orfanato, estaba viviendo un calvario, no aguantaba más...
Te entiendo, yo también viví en un orfanato. De
chico, mis padres me abandonaron, y viví ese sufrimiento...Si quieres, puedo darte un lugar donde vivir.
Richard, sorprendido, se quedó sin palabras, no podía creer lo que le
estaba pasando, le agradeció tantas veces que ni recuerda ya.
Los malos momentos vividos en el orfanato, quedarían
así en sus malos recuerdos.